VPH

Es un virus con el que la mayoría de las personas sexualmente activas se pone en contacto en algún momento de su vida. La mayoría nunca presentará síntomas o problemas de salud.

Cuando el papilomavirus produce algún tipo de lesión, la forma más habitual son las verrugas genitales o condilomas. Con el tiempo algunos tipos de papilomavirus pueden producir cáncer de cervix, pene o ano.

Se contrae por contacto directo de piel con piel y con más frecuencia en el contacto genital con penetración y también por sexo oral. Puede ser transmitido por una persona sin síntomas.

La mayoría de las personas no va a tener síntomas. Los más frecuentes son verrugas en zona vaginal, ano, pene o zonas adyacentes. A veces pueden no ser visibles, sobre todo en el caso de las mujeres. Pueden aparecer semanas, meses o hasta años después de la exposición. Por lo general, no producen picor y no son dolorosas.

Habitualmente se diagnostica por las verrugas que presenta el paciente.
En mujeres es de utilidad la determinación por medios de laboratorio de VPH en cervix,  y los controles citológicos.

También se realiza la determinación en laboratorio de papilomavirus en zona anal. La determinación uretral no es concluyente por lo que no suele realizarse.

No existe ningún tratamiento para el VPH pero sí para las verrugas: tratamiento con liquidos o pomadas, congelación con nitrógeno líquido, o incluso cirugía en el caso de que sean grandes.

El virus que causa las verrugas no desaparece (queda latente) con estos tratamientos, por lo que pueden reaparecer. La mayoría de las infecciones por VPH desaparece espontáneamente.

El preservativo disminuye la probabilidad de contraer el VPH pero no lo elimina en su totalidad.