La hepatitis C se transmite principalmente por vía parenteral. Existen datos contradictorios respecto a la presencia del virus con capacidad infectiva en otros fluidos además de la sangre.
Mecanismos de transmisión como el uso de drogas por vía parenteral, pinchazos accidentales con agujas contaminadas, compartir objetos contaminados con sangre, transfusiones, contactos sexuales, etc., explican una gran parte de las infecciones. Pero hay un porcentaje de las mismas en el que no se identifica una fuente de infección y probablemente son debidas a mecanismos parenterales que aún no se han valorado suficientemente.
Transfusiones y trasplantes
El riesgo de infección por transfusiones y trasplantes ha disminuido considerablemente tras la utilización de pruebas para detectar anticuerpos anti-VHC en los donantes (Orden de 22 de enero de 1990, del Consejero de Sanidad y Consumo).
Usuarios de drogas inyectables
Muchas personas con infección crónica por el VHC podrían haber adquirido la infección años antes como resultado de la inyección ocasional de drogas por vía parenteral.
Usuarios de drogas no inyectables
El material para la inhalación de cocaína por vía nasal contaminado con sangre puede ser un instrumento de inoculación parenteral.
Actividad sexual
El riesgo de transmisión sexual es bajo. Aunque el VHC puede transmitirse entre parejas habituales de larga duración, se considera que el riesgo de transmisión en este contexto es mínimo (la prevalencia de anticuerpos en las parejas habituales es de 0 a 10 %). Algunos expertos consideran que solamente tendrían que tomar medidas durante la menstruación y si tienen úlceras genitales.
El riesgo aumenta si se tienen múltiples parejas, pero no se sabe si este aumento se debe a una transmisión sexual o a exposiciones percutáneas no detectadas.
También aumenta el riesgo en individuos coinfectados por el VIH u otra enfermedad de transmisión sexual.
La prevalencia de anticuerpos parece ser similar en homosexuales y heterosexuales, aunque en algunos estudios se ha encontrado un incremento de riesgo en relaciones sexuales que implican pequeños traumatismos.
Exposiciones percutáneas
Las exposiciones percutáneas, como la perforación de partes corporales, la acupuntura o el tatuaje, son fuentes potenciales de transmisión si se utilizan instrumentos contaminados.
Exposición ocupacional
El personal sanitario y todos aquellos profesionales que puedan estar expuestos a sangre tienen un riesgo de adquirir la infección. Este riesgo es mayor si en la fuente se ha detectado ARN en sangre.
El riesgo de infección por el VHC tras un pinchazo accidental con una aguja contaminada es intermedio entre el de adquirir el VIH y la hepatitis B.
Nosocomial
La transmisión nosocomial es posible si las técnicas de control de la infección son inadecuadas y el material contaminado es compartido entre pacientes.
Probablemente, esto explica que la prevalencia de anticuerpos sea mayor en pacientes sometidos a hemodiálisis.
Transmisión vertical
La infección perinatal se produce en un 0-15% de los casos. El riesgo aumenta si la madre está coinfectada por el VIH o si la carga viral materna es alta.
No hay evidencia de que por la lactancia materna se transmita el VHC de madre a hijo.
No hay datos concluyentes respecto a la protección de una cesárea electiva frente a un parto por vía vaginal.